"pero le desarrollé terror, ¿Sabes lo qué es eso?, ¿llegar a ese punto en el que te de miedo algo tan simple?", Héctor Pons, un guerrero Coatepecano.

 

Texto y fotos: Yair Camacho.


La depresión es un tema muy importante hoy en día, muchas personas la sufren y son esclavos de ella, así que hablaremos con alguien con mucha experiencia en ese tema, el señor Héctor Pons Gálvez un gran Coatepecano, que, con mucho esfuerzo, dedicación e investigación logró vencerla.


- ¿Cómo comenzó su depresión?


Comenzó cuando tenía alrededor de 42/45 años, actualmente tengo 60, de repente una verruga me creció y se puso negra, en el instante en el que me vi en el espejo sentí que me moría, sentí la muerte, obviamente fui con un dermatólogo, un amigo mío, envió mis análisis y me dijo que no tenía nada, sin embargo, hay algo que se me quedó y se llama miedo a la muerte.


Todos tenemos miedo a la muerte, todos tenemos miedo a la muerte en algún punto de nuestras vidas, pero, es muy chistoso porque cuando eres joven no tienes miedo a la muerte, yo pasé varias circunstancias que me pude haber muerto y sin más pasé la hoja, pero esto me duró 20 años.


-Durante el desarrollo de esta depresión, ¿Cómo llevó su vida cotidiana?


Comencé a tener ataques de ansiedad, a preocuparme sin saber qué era lo que me preocupaba, después comencé a perder el sueño y a la vez a tenerlo mucho, para mí la depresión es algo terrorífico, así lo puedo llamar.


- ¿Cuál fue la parte más difícil?


Sin duda algo tan insignificante cómo bañarme, le tenía mucho miedo a bañarme, no me preguntes porque, ni yo lo sé, pero le desarrollé terror, ¿Sabes lo qué es eso?, ¿llegar a ese punto en el que te de miedo algo tan simple?, supongo que fue parte de que un familiar murió en la tina.


- ¿Cómo describirías la depresión?

Es cómo traer una piedra en la nuca, que la vienes cargando, número uno, número 2, pierdes el interés por la vida, eso es gravísimo, mucha gente opta por el suicidio cuando está deprimida, yo creo que es una de las principales causas del suicidio, la depresión, sobre llevarla día con día es sumamente duro, solo las personas que realmente la han tenido y vivido pueden entender lo que se siente.




- ¿Cómo lograste sobrellevarla tanto tiempo?


Yo le llamo rascar las paredes, ¿qué es rascar las paredes?, es hacer todo lo que está a tu alcance por saber lo que es, ¿cómo se cura?, ¿qué pasa?, hay varios tipos de trastornos, hay algunos que te duran meses y otros que te pueden durar toda la vida, pero sí me considero un guerrero respecto a mi depresión, hice todo, me metí a la iglesia, abracé la pierna de Jesús muy fuerte, y de la mano hice yoga y muchísima meditación.


- ¿Qué puedes recomendar para salir de ella?


Te menciono el yoga y la meditación, porque las religiones y culturas orientales, principalmente japón, china y todos ellos, estudian mucho lo que es la mente y eses es el punto, es algo muy diferente a nosotros que solo adoramos a un dios y queremos que nos lo resuelva, tenemos que tener esa cultura de vivir a través de nuestra mente, los orientales, viven su vida a través de tu alma, mente y cuerpo, eso a ellos los hace más conscientes de la vida.


Hay mucha inconsciencia, no sabes a qué viniste ni para que, hay un libro que te recomiendo que todo mundo lo debería de leer que se llama el poder del ahora, escrito por Eckhart Tolle, él es un alemán, canadiense, pero es un gurú, se puede llamar maestro actual, ¿por qué el poder del ahora?, porque es muy especial, es muy difícil vivir en el ahora, y es lo que tienes que conseguir, vivir en el presente.


- ¿Hay un momento que haya determinado un antes y un después?


Yo con la depresión estaba seguro de que me iba a morir con ella, tuve que llegar a México a la clínica del sueño la UNAM, porque un día no dormí nada, y ahí me dijeron que únicamente tenía una depresión maltratada, me dieron un tratamiento y pastillas, pero fue gracias al gurú que de la mano con el tratamiento me fue llevando a la sanación; Un día iba manejando en Xalapa y ya no aguantaba más, así que grité con todas mis fuerzas, “ya, déjame en paz, suéltame, déjame tranquilo”, y me concentré en ese momento, todo el camino hasta Coatepec fui viendo las casas, los árboles, únicamente pensando en el presente, una vez llegando sentí un alivio increíble, pero por un momento sentí que quería volver, me quedé mirando fijo la palmera que ves ahí, y después de eso jamás he vuelto a sentir la depresión.



- ¿Tienes algún consejo para prevenir a los jóvenes de ella?


Que no tengan miedo de vivir, que disfruten la vida, que realmente lo hagan, no se pierdan en sus celulares y computadoras, salgan a la naturaleza, lean mucho, infórmense de estos temas, hagan deporte, el yoga y la meditación ayudan muchísimo porque te ayudan a vivir tu presente, no se centren en lo que pasará en el futuro, vivan el ahora.

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